Como cuidadores, queremos asegurarnos de que nuestros niños tengan todas las herramientas que necesitan para desarrollar relaciones sanas a lo largo de sus vidas. Al enseñarles a los niños sobre los límites, no solo podemos ayudarlos a mantenerse seguros, sino también les podemos brindar habilidades esenciales para conectarse con los demás.
Los cuidadores pueden comenzar a enseñar a los niños sobre los límites durante los años preescolares o cuando son pequeños. Mientras va creciendo, tu conversación con tu niño sobre los límites cambiará y evolucionará.
Puedes intentar comenzar con conversaciones básicas sobre el espacio personal y el consentimiento con tu niño pequeño. Se pueden introducir conversaciones más complejas sobre los límites emocionales y el respeto de los sentimientos de los demás durante los años preescolares y más allá. Pero como cuidador, tú eres quien conoce más a tu niño y puedes ajustar la conversación según sus necesidades personales. Puede ser útil hablar sobre los diferentes tipos de límites y dar ejemplos específicos de lo que pueden decir para mantener esos límites.
Los límites físicos se relacionan con el espacio personal, el tacto y el contacto físico. Enseñar a los niños sobre los límites físicos ayuda a mantenerlos seguros al permitirles comprender sus propios niveles de comodidad, reconocer cuando alguien está cruzando esos límites y saber cuándo comunicar sus sentimientos o buscar ayuda de un adulto de confianza. También les ayuda a respetar el espacio personal de otras personas. Ejemplos:
Lenguaje amigable para los niños, para ayudarlos a respetar el espacio personal: “Cada uno tiene su propio espacio personal. Es como una burbuja invisible a nuestro alrededor que no queremos que otros rompan. Necesitamos respetar el espacio personal de cada uno, dándonos suficiente espacio para sentirnos cómodos. La burbuja está aproximadamente a un brazo de distancia. ¿Sabías que tú también tienes una burbuja de espacio personal? Si alguien rompe tu burbuja de espacio personal, puedes decirle: “Necesito más espacio”. Si es que sigue en tu burbuja, puedes decirle a un adulto de confianza que estás teniendo problemas con tu espacio personal”.
Lenguaje amigable para los niños, para hablarles sobre el consentimiento y el contacto físico: “Es importante pedir permiso antes de tocar a alguien. Siempre debemos respetar cuando alguien dice “no” o “basta”. Y es lo mismo para ti. Si no quieres que alguien te abrace o te toque, puedes decirle: ‘Por favor, no me toques’. Hazle saber a un adulto de confianza si alguien te toca y tú le pediste que no lo haga”.
Los límites emocionales tienen que ver con sentimientos y pensamientos. Para respetar los límites emocionales, podemos enseñar a los niños a hablar sobre cómo se sienten y a ser amables con los demás cuando comparten sus sentimientos. Ejemplo:
Lenguaje amigable para los niños, para hablarles sobre el respeto a las emociones: “A veces nos sentimos tristes, enojados o molestos, y eso está bien. Si quieres un tiempo a solas o no tienes ganas de hablar de ello, puedes decirme: "Necesito algo de espacio" o "No quiero hablar ahora". Respetaré tus sentimientos y te daré el tiempo que necesitas. Si alguien te dice que necesita espacio, también es importante hacerle caso”.
Los límites sociales implican comprender el comportamiento apropiado en diferentes lugares y momentos. Los límites sociales ayudan a guiar el comportamiento en los espacios públicos. Para los niños, la comprensión de los límites sociales puede centrarse en ser un buen amigo, compartir juguetes y turnarse. A medida que los niños crecen, puedes compartir con ellos ejemplos más complejos. Ejemplos:
Lenguaje amigable para los niños, para hablarles sobre compartir juguetes: “Nos turnamos y compartimos nuestros juguetes con amigos. Es divertido jugar juntos y compartir, pero a veces también podemos tener juguetes solo para nosotros que no tenemos que compartir. Está bien decir "no" cuando alguien quiere jugar con tu juguete especial. Así como respetas si ellos dicen “no” cuando no quieren compartir sus juguetes contigo”.
Lenguaje amigable para los niños, para hablarles sobre el uso de palabras amables: “Podemos usar palabras amables y decirles cosas agradables a nuestros amigos. Es importante hablar con bondad y no decir cosas feas o hirientes porque queremos ser buenos con nuestros amigos”.
Lenguaje amigable para los niños, para hablarles sobre los turnos en las conversaciones: “Cuando alguien habla, escuchamos y esperamos nuestro turno para hablar. Es de buena educación turnarse en las conversaciones y no interrumpir”.
Dentro de lo posible, sé constante al hablar sobre el respeto de los límites. Muéstrale a tu niño cómo respetar los límites y recuérdale con frecuencia los diferentes límites de los que han hablado. También puedes intentar enseñarle una canción sencilla creada por el Ministerio de Educación de Perú como parte de una campaña para evitar la violencia infantil. La canción puede ayudarlo a recordar esos límites y respetar los límites de los demás:
Si alguien se me acerca y me intenta tocar Y aunque lo conozco me hace incomodar Yo le digo ¡no!, fuerte digo ¡NO! Y cuento sin miedo lo que me pasó. Yo sé cuidar mi cuerpo, yo sé cuidar mi cuerpo.
