El primer día de clases puede ser un momento agridulce para los cuidadores, especialmente cuando nuestros niños van al preescolar o al kinder de transición (TK, por sus siglas en inglés) por primera vez. Es emocionante verlos crecer y aprender, y también puede resultar difícil despedirse cada día. Pero la asistencia temprana a la escuela beneficia el desarrollo de tu niño de muchas maneras y les brinda una base sólida para el aprendizaje futuro.
Los niños generalmente asisten al preescolar o TK desde los 3 a los 4 años y al kinder a los 5 años. Existen diferentes razones por las cuales la asistencia temprana a la escuela es tan beneficiosa para nuestros pequeños:
Apoya el desarrollo del cerebro: Durante el preescolar y el TK, los niños aprenden constantemente nuevas palabras y adquieren habilidades de comunicación. Tienen la oportunidad de intentar nuevas actividades que incluyen contar, clasificar y resolver problemas sencillos, y podrían comenzar a comprender números y patrones. Cada uno de estos momentos de aprendizaje ayuda a que su cerebro se desarrolle, formando una base sólida para el futuro.
Les ayuda a desarrollar habilidades sociales y emocionales: Mientras los niños interactúan con sus compañeros en un ambiente seguro y estructurado, comienzan a formar amistades y aprenden valiosas lecciones sobre cooperación y empatía. Al mismo tiempo, los niños son guiados por adultos diferentes que no son sus cuidadores principales, lo cual les permite aprender a seguir instrucciones y respetar a otros adultos. Asistir al preescolar y TK también puede ayudar a los niños a aprender a manejar sus emociones y desarrollar resiliencia, o la capacidad de recuperarse de los desafíos. Muchas veces aprenden nuevas maneras de expresar sus sentimientos, resolver conflictos y enfrentar las dificultades.
Fomenta la asistencia a la escuela mientras van creciendo: Un estudio de investigación (en inglés) encontró que los niños que asisten constantemente al preescolar tienen muchas más posibilidades de tener una buena asistencia en los grados posteriores en comparación con aquellos que faltan con frecuencia al preescolar. Los niños que asisten al preescolar y TK también tienden a estar más preparados para el kinder, lo que resulta en mayores logros académicos en otros grados. Cuando los niños no asisten a la escuela temprana, también pueden perder el desarrollo de valiosas habilidades sociales y emocionales.
Crea una rutina de aprendizaje consistente: Ir al preescolar es probablemente la primera vez que los niños tienen que aprender a actuar en un ambiente escolar más estructurado. Desarrollan habilidades esenciales en el salón de clases como manejo del tiempo, organización, disciplina y autorregulación. Obtener esta experiencia temprana los prepara para la escuela primaria, la secundaria y más allá.
Reduce la brecha de lo que pueden lograr: Los programas preescolares y de TK ayudan a igualar las condiciones al brindarles a todos los niños una base sólida para el aprendizaje y el desarrollo, como enseñarles habilidades tempranas de lenguaje y matemáticas. Como resultado, todos los niños tienen acceso justo a oportunidades de aprendizaje tanto académico como social. Muchos programas ofrecen servicios de apoyo adicionales, como comidas nutritivas, atención médica y recursos familiares. Durante el preescolar y el TK, los maestros pueden identificar desde el principio posibles necesidades de aprendizaje, retrasos en el desarrollo u otros desafíos que podrían afectar el progreso académico de un niño. Estos estímulos tempranos pueden ayudar a preparar a los niños para el éxito a largo plazo en la escuela y en la vida.
Ayuda a despertar el amor por el aprendizaje: ¡Los maestros de preescolar y TK son expertos en hacer que el aprendizaje sea divertido! Los programas de educación temprana enfatizan la importancia del aprendizaje a través del juego y la actividad práctica, lo que anima a los niños a disfrutar del proceso.
La asistencia constante al preescolar, TK y kinder es muy importante para apoyar la experiencia de aprendizaje temprana de tu niño y establece las bases para hábitos escolares sólidos a lo largo de su vida. Establecer una rutina diaria con horarios regulares para despertarse y acostarse puede ayudar a garantizar una asistencia escolar constante. Es natural que los niños pierdan algunos días debido a conflictos familiares o enfermedades y, como cuidador, tú sabes cuándo es mejor que tu niño se quede en casa. Para mantenerte informado sobre su progreso, puedes desarrollar una relación con la escuela y los maestros de tu niño. Esta colaboración permite mantenerte conectado y participar activamente en el proceso educativo de tu niño.
