Cuidar a tu bebé es tan emocionante como lo es agotador, especialmente si tu bebé no duerme toda la noche. Buenas noticias: Las noches en vela no durarán para siempre, y hay maneras en las que puedes ayudar a que tu bebé logre dormir.
La mayoría de los bebés no empiezan a dormir toda la noche (6 a 8 horas) hasta que tienen alrededor de 3 meses o pesan entre 12 y 13 libras. Alrededor de dos tercios de los bebés pueden dormir toda la noche con regularidad a los 6 meses de edad. Pero todos los niños son diferentes, y es posible que tengas que probar varias ideas diferentes para descubrir qué funciona mejor para tu bebé.
Unas rutinas muy sencillas a la hora de acostarse pueden ayudar a que tu bebé pase de estar despierto en el día a sentir sueño en la noche. Las rutinas refuerzan los ritmos circadianos de tu bebé, el reloj natural del cuerpo. Durante las horas del día, el reloj de nuestro cuerpo nos dice que es hora de estar despiertos y activos. A medida que transicionamos a la noche, nuestros cuerpos comienzan a relajarse para ir a dormir. Tener una rutina para la hora de acostarse es otra señal para la mente y el cuerpo de tu bebé de que ya es hora de irse a acostar. Y hay un beneficio extra: Establecer una rutina con tu bebé, ¡puede ayudarte a dormir también!
Un buen momento para comenzar una rutina para dormir es cuando tu bebé tiene entre 6 y 8 semanas de edad. La mejor rutina es la que se adapta al horario de tu familia y que puedas seguir la mayoría de las noches:
Leer un libro juntos: Leer con una voz tranquila y suave es una excelente manera de ayudar a que tu bebé le empiece a dar sueño. Cuando le lees a tu bebé todas las noches, es una señal para él de que es hora de dormir y lo ayudará a prepararse para acostarse. Para que comiences, aquí hay un libro gratuito que puedes leerle a tu bebé esta noche.
Acurrucos y ejercicios de respiración: Acurrucar a tu bebé y practicar respiraciones profundas con él puede ser un ritual relajante a la hora de acostarse. Abraza a tu bebé y muéstrale cómo inhalar profundamente y exhalar lentamente.
Un masaje suave: Darle masajes a tu bebé tiene muchos beneficios. Puede ayudar a aliviar los gases, los calambres, los cólicos y el estreñimiento. También puede estimular el crecimiento de sus músculos. Los estudios han demostrado que un masaje nocturno puede ayudar a los bebés a producir más de la hormona melatonina, que los ayuda a conciliar el sueño. Los bebés de cualquier edad pueden recibir masajes suaves. Cuando tu bebé esté relajado y contento, comienza poniéndolo boca arriba sobre una toalla o una cobija. Masajea suavemente cada parte de su cuerpo, comenzando por la cabeza y bajando hasta los pies. Si vas a darle un masaje a tu bebé, aquí tienes dos recomendaciones de los médicos para tener en cuenta. Primero, para de darle el masaje a tu bebé si gira su cabeza o pone tiesos los brazos. Si esto sucede, puedes volver a intentar el masaje en otro momento. En segundo lugar, no le des un masaje justo después de darle de comer.
Escuchar canciones relajantes de cuna: La música suave y rítmica de las canciones de cuna ayuda a los bebés a que les de sueño. También para ayudar a provocar el sueño, carga a tu bebé y mécelo suavemente. La combinación de la música suave mientras lo meces, le brinda al bebé una sensación de calma y seguridad que lo ayuda a quedarse dormido.