En los primeros meses de traer a tu bebé al mundo, pasas un gran parte de tu tiempo a su lado asegurándote de que tenga todo lo que necesita. A medida que va creciendo, puede ser difícil para tu hijo estar lejos de ti, lo que provoca lágrimas y berrinches. Estas estrategias pueden ayudar a aliviar el miedo a la separación de tu hijo.
Los bebés y los niños pequeños frecuentemente se apegan mucho a sus cuidadores principales y pueden temer a nuevos lugares o personas. La mayoría de los niños sienten cierto nivel de miedo a la separación entre los 18 meses y los 3 años de edad, pero el nivel de miedo varía mucho de un niño a otro. No es culpa de quien lo cuida si el niño siente miedo a la separación; ¡le pasa a muchos niños!
Cuando comienzan las lágrimas y los berrinches, algunos cuidadores se sienten culpables por dejar a su hijo con otro adulto. ¡Y está bien sentirse así! Pero también es importante recordar que hay muchos beneficios a largo plazo cuando los niños desarrollan relaciones saludables y enriquecedoras con otros adultos que no son sus cuidadores principales. Las relaciones seguras y de confianza con los adultos ayudan a los niños a desarrollar sus habilidades sociales y emocionales, lo cual los beneficiará mientras que continúen construyendo relaciones a lo largo de su vida. Los niños aprenden que pueden confiar en los adultos para satisfacer sus necesidades, para responderles, y consolarlos. También les ayuda si se sienten amados e importantes, lo cual puede aumentar su confianza en sí mismos.
Si tu hijo o hija se altera demasiado cuando se separa de ti y/o de tu co-cuidador, aquí hay algunas maneras en las que puedes ayudar a aliviar sus temores:
Bebés: La ansiedad por separación puede comenzar a los 4 o 5 meses de edad, aunque puede ser más común alrededor de los 9 meses. Asegurarte de que tu hijo esté alimentado y descansado y salir rápidamente de la habitación, son algunas de las mejores estrategias para evitar el miedo a la separación en infantes y bebés.
Niños pequeños: Algunos niños pequeños no muestran ningún miedo a la separación, mientras que a otros les resulta mucho más difícil dejar a sus cuidadores principales. Por lo general, entre más grande crecen los niños, más independencia adquieren y el miedo a la separación podrá disminuir con el tiempo. Si tu hijo enfrenta miedo a la separación, estas ideas podrían ayudar:
Prepáralo de antemano para lo que va a suceder. Explícale lo emocionante que será visitar un nuevo lugar o jugar con nuevos amigos. Parte del miedo de los niños se origina porque no saben qué sucederá. Entonces, prepararlos para lo que les espera ayudará a aliviar parte de ese miedo.
Explícale cuánto tiempo estarás fuera con palabras que pueda entender. Por ejemplo, puedes intentar decir "Volveré antes de la cena" o "Solo me iré por dos episodios de Paw Patrol".
Desarrolla una rutina rápida de despedida. Puede ser tan simple como un fuerte abrazo y un adiós. Pero mantenerlo breve es la clave para una transición sin problemas.
Practica las separaciones al retirarte por períodos cortos de tiempo. La próxima vez que necesites hacer mandados, puedes intentar que un adulto de confianza vigile a tu hijo por 30 minutos para practicar tu rutina de preparación y despedida. Ya que se sienta más cómodo estando lejos de ti, puedes intentar aumentar la cantidad de tiempo que te vas.