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¿Cansado de que te toquen tanto? Cómo mantener tus límites y recargar tus energías

Como padres, amamos a nuestros niños más que nada. Pero a veces, solo la idea de que esas manos chiquitas nos toquen la cara o nos jalen la camisa puede hacer que se nos revuelva el estómago o se nos ponga la piel de gallina. Si alguna vez has tenido estos sentimientos, es posible que estés cansado del contacto físico.

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Los padres y cuidadores pueden sentirse abrumados o emocionalmente cansados debido al contacto físico constante con su niño. Esto muchas veces lleva a la necesidad de tener espacio personal y a un descanso de recibir contacto físico. Por lo general, cuando los cuidadores se sienten abrumados, es porque tienen una sobrecarga sensorial por todas las exigencias de criar a un pequeño. Esto puede afectar especialmente a las madres que amamantan, ya que constantemente cargan, abrazan y alimentan a su bebé.

Sentirse abrumado por el contacto físico es muy común para los padres de niños pequeños. Cuando empieces a notar que estos sentimientos de aprensión o claustrofobia se apoderan de ti, es hora de concentrarte en tu salud mental y emocional. Para algunos padres, puede parecer demasiado difícil tomarse un tiempo para ellos mismos, pero al final, eso te beneficia tanto a ti como a tu niño. Cuando los padres se sienten tranquilos, están más preparados para afrontar cualquier cosa que la vida (y su niño) pueda traerles. A continuación te damos algunas maneras sencillas para ayudar a sentirte rejuvenecido:

  • Crea una rutina sencilla para ti: Sabemos que las rutinas pueden ayudar a nuestros niños a sentirse estables y seguros, pero también pueden ayudarnos a nosotros como padres. Intenta crear una rutina breve de 5 a 10 minutos cada día que te ayude a relajar y recargar energías, como escribir en un diario, leer o sentarse solo con una taza de café o té.

  • Conéctate con una red de apoyo: Comunícate con amigos, familiares o un grupo de padres donde puedas hablar abiertamente sobre tus experiencias y desafíos, y tener apoyo emocional.

  • Toma un poco de aire fresco: Las actividades al aire libre como caminar, correr o simplemente pasar tiempo en la naturaleza pueden ayudarte a despejar tu mente y darte algo de tiempo para ti. Si no tienes acceso a un servicio de niñera, puedes intentar ir a un parque con tu niño y animarlo a jugar sólo donde puedas vigilarlo.

  • Relájate a través de la meditación: Explora aplicaciones de meditación gratuitas o videos de YouTube que te guiarán a través de una sesión de atención plena o mindfulness, y te ayudarán a controlar el estrés. Tan sólo cinco minutos de atención plena pueden marcar una gran diferencia. Algunas personas también encienden una vela de aromaterapia o hacen otras cosas que hagan que la experiencia sea aún mejor. Puede ser útil aprovechar los momentos en que tu niño duerme o juega independientemente para concentrarte en tu respiración y practicar la atención plena, aunque sea sólo por unos minutos.

  • Intercambia favores de cuidado infantil con amigos o familiares: Coordina con un amigo o familiar de confianza para turnarse con el cuidado infantil, y así ayudarse el uno al otro a tomar un descanso y recargar energías.

  • Intenta una actividad física o creativa: Trata hacer actividades como bailar, yoga, pintar o tejer para poder expresarte y disfrutar de un descanso de las responsabilidades de ser padre o madre.

También hay algunas maneras de evitar que te toquen.

  • Establece límites saludables: Establece límites claros entre tú y tu niño al comunicarle tus necesidades, dándote permiso para tomar tiempo para ti y enseñándole a tu niño sobre el espacio personal. Puedes intentar comunicar tus límites de una manera que tu niño pueda entender, por ejemplo: “Te amo mucho. Pero necesito descansar un poco ahora mismo. ¿Qué tal si haces [actividad independiente] y yo te acompaño en un momento?

  • Comparte las responsabilidades de crianza: Dentro de lo posible, apóyate en tu pareja o en miembros de la familia para asegurarte de que todos participen en el cuidado del niño y para ayudar a balancear las demandas físicas y emocionales.

  • Date un poco de gracia y comprensión: La crianza de los niños es desafiante y exigente a veces, y está bien no ser perfecto. Permítete la gracia de aceptar y aprender de los momentos difíciles.

  • Fortalece la independencia apropiada para su edad: Mientras tu niño va creciendo, poco a poco enséñale actividades que promuevan la independencia, como alimentarse o vestirse solo, para que no lo tengas que hacer tú.

  • Comunica tus sentimientos: Habla de tus emociones con tu pareja, amigos cercanos o familiares para que se apoyen mutuamente y puedan buscar soluciones para aliviar la fatiga del tacto. Cuando sea apropiado, también puede ayudar el compartir tus sentimientos con tu niño. Puede ser una gran oportunidad de aprendizaje que tus niños te vean identificando tus emociones.

  • Crea un ambiente relajante: Convierte un espacio en tu casa en una “zona de relajación” donde puedas ir durante unos minutos para recargar energías y escapar brevemente de las exigencias de la crianza.

First 5 California
Aportación de:
First 5 California
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