¿Alguna vez has sentido que tu hijo tiene una energía interminable? Si es así, ¡no estás solo! Los niños de 1 a 5 años necesitan de movimiento y actividad para ayudarlos a crecer y desarrollarse.
En los primeros cinco años de vida, tu hijo pasa por mucho crecimiento y desarrollo físico. Está desarrollando importantes habilidades motoras, o la capacidad de moverse y controlar sus músculos de manera coordinada. Al hacerlo participar en juegos y actividades físicas, estás ayudando a desarrollar esas habilidades y su crecimiento físico general. Muchos niños también tienen una curiosidad natural sobre el mundo y lo que les rodea, lo cual los lleva a explorar su entorno.
Al brindarle a tu hijo la oportunidad de estar físicamente activo todos los días, no solo estás apoyando su crecimiento y desarrollo, sino que también lo estás ayudando a quemar su exceso de energía. La actividad física habitual puede mejorar el estado de ánimo y el sueño de los niños, lo que también puede significar más horas de sueño para ti como su cuidador. Hemos hecho una lista de algunas actividades apropiadas según la edad que puedes probar con tu hijo. Cuando puedas, intenta mezclar algún juego estructurado, como jugar juntos a un juego específico, con algún juego no estructurado, como bailar libremente con música alegre.
Los pediatras recomiendan que los bebés menores de 1 año se involucren en actividad física durante todo el día. Por seguridad, todas las actividades deben ser supervisadas por un adulto. Cuando sea posible, los pediatras sugieren que los bebés pasen entre 15 y 30 minutos boca abajo todos los días cuando esté despierto y tenga la supervisión de un adulto, para fortalecer los músculos de su cuello, espalda y abdomen. El tiempo boca abajo se puede dividir en partes más pequeñas a lo largo del día. Por ejemplo, intenta hacerlo pasar unos cinco minutos boca abajo por la mañana, por la tarde y temprano en la noche. Si tu hijo comienza a sentirse frustrado o irritado durante el tiempo boca abajo, levántalo e inténtalo de nuevo en otro momento del día para evitar que se lastime.
Otras actividades pueden incluir:
Sostener bloques, tu dedo u otros objetos que quepan en sus manitas
Gatear por un área abierta que sea segura para explorar
Levantarse hasta que esté sentado
Recibir clases de natación infantil con su cuidador
Los médicos recomiendan que los niños pequeños se involucren en aproximadamente 180 minutos o 3 horas de actividad física todos los días. Esto puede parecer mucho, pero no tiene que hacerse todo a la vez. También incluye actividades que probablemente ya estén haciendo, como salir a caminar, saltar y moverse en casa. Cuando los niños pequeños hagan cualquiera de las siguientes actividades físicas, deben ser supervisados por un adulto que pueda ayudarlos a mantenerse seguros mientras desarrollan su coordinación, equilibrio y fuerza.
Las actividades pueden incluir:
Salir a caminar por la vecindad
Ir a un parque y jugar en el área de juegos
Recoger los juguetes y limpiar la casa
Bailar canciones divertidas
Jugar a la rayuela
Aventar pelotas pequeñas y suaves
Saltar
Correr
Senderismo
También se recomienda que los niños en edad preescolar pasen unos 180 minutos, o 3 horas al día, estando activos. Sesenta de esos minutos deben dedicarse a la actividad física intensa de moderada a vigorosa, como brincar, correr, bailar, andar en bicicleta y más. Estas son actividades que les hacen respirar un poco más fuerte y acelerar su ritmo cardíaco. Cuando puedas, anima a tu hijo a jugar de forma independiente con un adulto cerca. El juego independiente es excelente para el desarrollo de un niño, ya que es cuando realmente puede aprovechar su imaginación. Lee más sobre los beneficios del juego independiente.
Las actividades pueden incluir:
Cualquiera de las actividades mencionadas anteriormente para niños pequeños
Ir a clases de gimnasia
Meterse a jugar un deporte de equipo como fútbol, baloncesto, béisbol y más
Trata de crear una rutina rápida en tu horario diario para crear espacio para unos minutos de actividad física. Por ejemplo, antes de irte cada mañana, organiza un baile rápido con la canción favorita de tu hijo.