Los niños se benefician cuando juegan por sí solos mientras un cuidador está cerca. A esto se le llama juego independiente. Mira como el juego independiente puede ayudar al desarrollo de tu hijo, y aprende algunos consejos que puedes empezar a probar en tu casa.
¿Qué es el juego independiente y por qué es importante?
Cuando los niños juegan por sí solos mientras un cuidador está cerca, se le llama “juego independiente”. El juego independiente es muy bueno para el desarrollo de un niño.
Cuando los niños juegan por sí solos, es cuando realmente pueden dejar llevar su imaginación. Ya sea que estén pintando, construyendo con bloques, o inventando aventuras con sus peluches favoritos, es un gran estímulo para su creatividad.
El juego independiente también puede ayudar a fortalecer la confianza y la habilidad para resolver problemas. Jugar solo les da a los niños una oportunidad para practicar el tomar decisiones, como qué color de crayón usar o donde poner el bloque cuando estén construyendo algo. Y si una decisión no funciona, si el edificio se cae porque lo hicieron muy alto por ejemplo, pueden practicar el averiguar qué fué lo que no funcionó.
¿Cuándo empiezan los niños a jugar independientemente?
Niños pequeños como de dos años de edad pueden empezar a jugar independientemente, pero puede que no jueguen por tanto tiempo como lo haría un niño que es un poco mayor. Los niños de 2 años se pueden concentrar por cerca de 5 o 6 minutos, mientras que los niños de 3 años puede que jueguen por hasta 8 minutos. Cuando cumplen 4 o 5 años, pueden llegar a jugar solos hasta 10 minutos.
Sin embargo, si tu niño en edad preescolar no está acostumbrado a jugar independientemente, trata de empezar con períodos más cortos de tiempo, como 5 minutos. Después, aumenta poco a poco el tiempo de las sesiones de juego independiente.
¿Cómo puedo hacer que mi hijo juegue independientemente?
Si el juego independiente es nuevo para tu hijo, puede que necesite tiempo para acostumbrarse. Por ejemplo, inicialmente podrían querer que tú te unas a la diversión. O puede que quieran jugar solo un momento. Eso está bien.
Aquí hay algunos consejos para empezar:
Déjales un espacio de juego solo para ellos. No tiene por qué ser un espacio grande.
Dales juegos para que jueguen que no sea una pantalla. Esto puede incluir cosas como bloques, libros, peluches, rompecabezas, juegos, útiles para pintar, o cualquier otro juguete que tengas en casa que sea seguro para la edad de tu hijo.
Trata de jugar con tu hijo por unos minutos para empezar su tiempo de juego.
Una vez que hayan jugado un tiempo juntos, hazle saber en un tono positivo y alegre que lo vas a dejar jugar por un tiempo determinado mientras tú doblas la ropa, guardas los platos, o haces otra actividad por ahí cerca. Avísale a tu hijo dónde vas a estar para que se sientan seguros y a salvo.
Pon un cronómetro para que ellos sepan cuánto tiempo tienen para jugar. Cuando el cronómetro marque el tiempo acordado y tu hijo haya terminado de jugar, pregúntales sobre su tiempo de juego y haz que te cuenten sobre todas sus entretenidas aventuras.