A lo largo de la historia de nuestras familias, algunos de nuestros antepasados vivieron eventos traumáticos o experiencias que fueron profundamente angustiantes. Desde acontecimientos nacionales o globales como guerras, esclavitud o hambre extrema, hasta eventos más personales como el abuso en el hogar. El trauma que sufrieron nuestras familias se puede transmitir a las próximas generaciones. Esto se llama trauma intergeneracional. Las familias pueden sanar del trauma intergeneracional, y el primer paso es comprender qué es y cómo nos puede afectar.
Las investigaciones demuestran que el trauma se puede transmitir de generación en generación de diferentes maneras. A veces, la persona que vivió la situación angustiante repite los comportamientos que causaron su trauma. Para tratar de protegerse, algunas personas que han sufrido un trauma pueden desapegarse de sus emociones, distanciarse de sus seres queridos, minimizar las experiencias de otros miembros de la familia o usar otros comportamientos hirientes como una manera de sobrellevar la situación. Cuando vemos estos comportamientos desde que somos niños, muchos acabamos repitiéndolos con nuestros propios hijos, creando un ciclo intergeneracional.
El trauma también se puede transmitir a través del cuerpo. Las investigaciones han encontrado que los eventos traumáticos pueden dejar una marca en nuestros genes, que llevan la información que determina nuestros rasgos y características, y afectan nuestro crecimiento y desarrollo como niños. Los momentos difíciles como perder a un ser querido, sufrir prejuicios o discriminación y otras experiencias similares pueden ser difíciles para un niño.
Lo más importante es que hay muchas maneras de romper este ciclo; Puedes leer más en nuestro artículo anterior. Cada familia experimenta el trauma intergeneracional de manera diferente, algunas señales a tener en cuenta incluyen:
Ansiedad
Depresión
Trastornos por uso de sustancias
Problemas para dormir
Sentimientos intensos de vergüenza
Una mayor sensación de vulnerabilidad e impotencia
Baja autoestima
Disociación o sensación de desconexión de los pensamientos, las emociones, los recuerdos y el entorno
Hipervigilancia, o búsqueda constante de amenazas a su alrededor
Pensamientos intrusivos o no deseados
Dificultad con las relaciones y la creación de vínculos emocionales con los demás
Agresión o violencia
Reacciones extremas al estrés
Si tú o alguien que conoces ha sufrido trauma intergeneracional, hay muchas maneras diferentes de sanar y evitar pasar ese trauma a la siguiente generación. En este artículo, proporcionamos pasos que puedes seguir para sanar. ¡Sanarse de un trauma es posible!
Si puedes, el hablar con un terapeuta o consejero certificado puede ayudarlos a ti y a tu familia a superar este trauma, y puede proporcionar maneras saludables de enfrentarlo. Aquí tenemos algunos recursos de salud mental para aprovechar en familia.