Todos queremos ver a nuestros pequeños tener una vida sana. Podemos ayudarlos a prosperar y desarrollar si proporcionamos relaciones sanas y ambientes seguros que igual sean estables y enriquecedores.
Como padres, hacemos todo lo posible para ayudar a nuestros hijos a prosperar. Lamentablemente, no siempre podemos protegerlos contra experiencias adversas en la infancia (ACEs) o situaciones estresantes a las que los niños pueden estar expuestos. Como cuidadores de niños, tenemos el poder de disminuir los efectos de las ACEs y preparar a nuestros hijos para un futuro saludable, feliz y exitoso.
¿Qué son las experiencias adversas en la infancia?
Las experiencias adversas en la infancia, también conocidas como ACEs (Adverse Childhood Experiences), son eventos potencialmente traumáticos que ocurren en la niñez. Las ACEs se dividen con frecuencia en tres categorías: abuso, desafíos domésticos y negligencia. Algunos ejemplos incluyen la enfermedad mental del cuidador, el uso de sustancias en el hogar, la violencia intrafamiliar o el divorcio de los padres. Las ACEs afectan a todas las comunidades. De hecho, aproximadamente dos tercios de la población en California tiene al menos un ACE.
Si no tomamos medidas, las ACEs pueden afectar la salud y el desarrollo de los niños.
Las ACEs pueden afectar el cuerpo, el cerebro y el comportamiento de los niños desde la infancia hasta la edad adulta. Este puede ser el resultado del estrés tóxico o estrés en el cuerpo durante mucho tiempo. Cuando experimentamos situaciones estresantes, nuestros cuerpos se llenan de hormonas que provocan una respuesta de huida, lucha o congelación para ayudarnos a manejar el estrés. Cuando se elimina la causa del estrés, el cuerpo vuelve a la normalidad.
El estrés tóxico ocurre cuando los niños sufren/viven con estrés continuamente sin la habilidad de poder apagar su propia respuesta al estrés. Este estado constante de estrés puede causar desgaste en el cuerpo después de largos períodos. Es como acelerar el motor de un automóvil una y otra vez a través de varias semanas. Eventualmente, el motor se desgasta.
Con el tiempo, el estrés tóxico puede afectar el desarrollo del cerebro de un niño, lo cual afecta su capacidad para aprender, concentrarse y tomar decisiones. El estrés tóxico también puede retrasar el crecimiento y aumentar la probabilidad de que se enfermen. Los niños que crecen con estrés tóxico también pueden tener dificultades para formar relaciones sanas y estables.
Podemos prevenir el estrés tóxico si creamos experiencias positivas.
El hecho de que un niño haya sufrido ACEs no significa que será afectado por el estrés tóxico. Hay muchas maneras en que los padres de familia y cuidadores pueden moderar los efectos de las ACEs, lo cual ayudaría a los pequeños evitar el estrés tóxico y tener una infancia sana y un futuro exitoso. Al crear experiencias infantiles positivas para tu pequeño, puedes ayudar a reducir los efectos de las ACEs:
Una de las maneras más importantes para proteger a tu hijo es creando un ambiente seguro, estable y enriquecedor. Cuando los niños se sienten seguros y estables en su hogar, sus cuerpos no están luchando constantemente contra el estrés.
La creación de un ambiente seguro y estable puede incluir el establecimiento de rutinas regulares para la hora de la comida, la hora de acostarse, la hora de bañarse y más. Cuando los niños tienen una idea de lo que vendrá a continuación en su día, se sienten más en control, y es menos probable que hagan berrinches.
Los niños prosperan cuando tienen interacciones regulares y positivas con los adultos en sus vidas. Los padres y los miembros de la familia pueden tener un impacto increíblemente beneficioso en la vida de un niño y pueden ayudarlos a ser exitosos en sus relaciones futuras.
Hacer actividades divertidas y positivas juntos crea nuevas conexiones en el cerebro de tu hijo. Prueba estas nuevas actividades con tu bebé, niño pequeño y niño en edad preescolar. Incluir a tu pequeño en las actividades familiares diarias, como preparar bocadillos y caminar por el vecindario, puede brindarles la atención que anhelan y darles un sentimiento de pertenencia.
Acurruca a tu pequeño y lean juntos. Leer con tu hijo es una excelente manera de prestarles atención y fortalecer tu conexión con él mientras lo ayudas a desarrollar sus habilidades de lenguaje y vocabulario. Consulta este artículo para encontrar libros infantiles gratuitos.
Ayudar a los niños a resolver problemas desarrolla su capacidad para lidiar con situaciones difíciles. Permitirles el espacio para expresar sus sentimientos fomenta una expresión emocional saludable y los hace que se sientan valorados.
Es importante saber que las ACEs no causan daños irreparables. Los niños y los adultos son resistentes y pueden tomar medidas para sanar y tener un futuro sano. Visita nuestro artículo anterior para acceder a algunos recursos útiles.