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Estrategias para mantenerte calmado en momentos difíciles
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Cada día, estás haciendo un trabajo increíble cuidando y amando a tu pequeño. Les preparas las comidas que disfrutan y les lees las historias que provocan su imaginación. Pero siempre habrá momentos difíciles, con lágrimas y arrebatos. Mantenerte calmado en momentos estresantes puede ayudar a fortalecer tu vínculo con tu hijo y a reforzar la relación.

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Otro beneficio de mantener la calma en momentos emocionales es que tu hijo comenzará a notar tu comportamiento. Ellos están observando y aprendiendo de todo lo que haces. Al demostrar cómo estar tranquilo bajo presión—especialmente cuando es difícil de hacer—les estás enseñando esas habilidades. Cuando sucedan momentos estresantes, prueba cualquiera de estas estrategias para mantener tu calma. También puedes anotarlas y tenerlas a mano para consultarlas cuando sea necesario:

  • Cuando una situación se vuelve estresante, pausa y respira profundamente. Nuestras reacciones instintivas a menudo son solo eso: reacciones. Tomarte unos segundos para detenerte y pensar antes de actuar puede tener un gran impacto.

  • En ese momento de pausa, identifica las emociones que estás sintiendo y por qué esa situación las provocó. A veces, nuestras reacciones sobre situaciones vienen de momentos difíciles de nuestra propia niñez. Piensa en cómo el factor estresante puede estar relacionado con tus miedos, inseguridades o experiencias negativas de la niñez. Saber esto puede ayudarte a enfrentar estos momentos difíciles en el futuro.

  • Desafía los pensamientos negativos. Al enfrentar un momento estresante, es posible que tus pensamientos se descontrolen: ¿Por qué es mi hijo tan llorón? ¿Por qué no pueden hacer lo que les digo? En cambio, intenta darte motivación interna y piensa en las maneras en las que amaste y apoyaste a tu hijo la otra vez. Tratar de cambiar los pensamientos negativos puede tener un gran impacto en cómo ves la situación y ayudarte a sentir más tranquilo.

  • Escucha música relajante. Los estudios demuestran que escuchar música puede calmar tu cuerpo e incluso ayudar a que tu pequeño también se calme.

  • Los estudios demuestran que la música que más alivia el estrés son los instrumentos de cuerda, los tambores y las flautas de los nativos americanos, celtas o indios. También puedes escuchar sonidos de lluvia, truenos y naturaleza mezclados con otra música, como jazz ligero y música clásica.

  • Flexiona diferentes músculos en tu cuerpo y luego deja que cada músculo se relaje uno por uno. Esto se llama relajación muscular progresiva. Practica esta técnica para tener una sensación de control sobre los síntomas físicos de ansiedad de tu cuerpo. 

  • Comienza con los músculos de la frente, trabaja hacia abajo hasta los músculos de la cara y la mandíbula, y sigue con el cuello y continúa bajando por el cuerpo. También puedes enseñarle a tu hijo esta técnica para ayudarlo a calmarse cuando se sienta estresado.

  • Haz una actividad física, como salir a caminar, limpiar la casa, jardinería, yoga y más. Mover el cuerpo aumenta la producción de un neurotransmisor llamado endorfinas que ayuda al cuerpo a sentirse bien. También ayuda a proteger tu cuerpo de los efectos dañinos a largo plazo del estrés y pone tu atención en algo fuera del momento difícil por el que estás pasando.

Mantener la calma en los momentos de tensión no es fácil. Pero con la práctica y algunas estrategias efectivas, puedes mejorar esta habilidad mientras le enseñas a tu pequeño técnicas positivas para que supere esos momentos.

First 5 California
Aportación de:
First 5 California
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