Como sus cuidadores, queremos hacer lo mejor posible por nuestros hijos cada día. Pero también somos humanos, y cometemos errores. Cuando nos disculpamos con nuestros hijos después de cometer un error, fortalecemos nuestro vínculo con ellos y les enseñamos valiosas lecciones de vida.
Todos hemos enfrentado momentos cuando nuestra frustración llega a su tope, y terminamos enojándonos y gritándoles a nuestros niños. Pero hay una manera directa para fortalecer tu relación con tu hijo después de un momento difícil: Discúlpate con ellos. Al disculparte, le estás enseñando a tu hijo la importancia de hacerse responsable por sus acciones, y que está bien cometer errores. También ayuda a construir confianza y respeto en tu relación.
Para empezar, aquí hay algunos pasos que te ayudarán a disculparte adecuadamente:
Explícale exactamente por qué te estás disculpando, y acepta tu responsabilidad por la situación. Mantente enfocado en cómo manejaste la situación. Por ejemplo, podrías decir “Te pido perdón por haberte gritado sobre recoger tus juguetes. No debí haberte hablado de esa manera. La próxima vez, te lo voy a decir en un tono más calmado.”
Háblale a tu hijo sobre sus sentimientos, y pídeles que te describan cómo se sintieron. Luego, reconoce esos sentimientos heridos. Esto ayudará a que tu hijo se acostumbré a hablar de sus emociones en sus propias palabras. Por ejemplo, podrías decir, “Suena como que sentiste miedo y tristeza cuando te grité. Está bien que hayas sentido esos sentimientos.”
Explícale cómo planeas reaccionar diferente la próxima vez. Este es un paso importante porque también estás enseñándoles maneras de mantenerse calmados, y a manejar situaciones difíciles. Por ejemplo, podrías decir, “La próxima vez que me sienta decepcionado o enojado, voy a respirar tres veces profundamente para calmarme antes de hablar contigo.”
Disculparte con tu hijo no es fácil, especialmente si su comportamiento fue lo que te llevó a la frustración. Pero con el tiempo, se fortalecerá tu relación y le demostrarás como tomar responsabilidad por sus propios actos.
