Convertirse en padres es una experiencia que cambia la vida. La aventura de la crianza es desafiante y requiere de crecimiento y del desarrollo de nuevas habilidades. También puede darnos alegría, satisfacción y mucho amor. Para ayudarte y prepararte para ese momento, hemos reunido algunos de los aspectos más sorprendentes e inesperados de convertirse en padres por primera vez.
La crianza es como una montaña rusa, especialmente durante los primeros años de vida de tu niño, ya que él o ella se desarrolla, aprende y crece rápidamente. Al igual que la mayoría de los padres, te vas a cuestionar muchas veces durante este proceso, pero recuerda siempre: el mejor padre o madre para tu niño eres tú. Estos son algunos de los aspectos más emocionantes e inesperados de convertirse en cuidador:
Cuánta alegría puede traer un niño a tu vida: Ver crecer a tu niño y aprender es una de las experiencias más felices que tendrás. Te encontrarás riendo y sonriendo más que nunca.
Cuánta paciencia vas a necesitar: Criar a un niño pequeño no es fácil. Habrá momentos en los que te sentirás frustrado y cansado. Pero incluso en los momentos más difíciles, deberás tener paciencia con tu niño. Él o ella está aprendiendo y creciendo, y cometerá errores. Como padre o madre primerizo, también cometerás errores, ¡y eso está bien! Todo esto es nuevo. Dentro de lo posible, date un poco de gracia mientras vayas aprendiendo.
La cantidad de responsabilidad adicional que tendrás: Cuando te conviertes en padre o madre, eres responsable de otro ser humano. Tendrás que asegurarte de que esté alimentado, vestido y seguro. También tendrás que enseñarle lo correcto y lo incorrecto y ayudarlo a aprender sobre el mundo que lo rodea.
La cantidad de tiempo que debes invertir: Criar a un niño pequeño es más que un trabajo de tiempo completo; no tienes días libres por enfermedad ni la posibilidad de dejar de hacerlo al final del día. Pasarás la mayor parte de tu tiempo cuidando a tu niño y te encontrarás poniendo otras cosas en segundo plano.
La cantidad de amor que puedes sentir: Es difícil imaginar cuánto amor puedes sentir por un niño hasta que lo vives. Te encontrarás haciendo cosas por tu niño que nunca creíste posibles, como gatear por el suelo ladrando como un perro porque eso hace reír a tu hijo. O puedes encontrarte viendo el mismo episodio de Daniel Tiger una y otra vez porque a tu niño le encanta.