¿Alguna vez has descubierto a tu niño pequeño o en edad preescolar contando cuentos fantásticos? Es posible que encuentres a tu hijo exagerando historias o inventando cosas que simplemente no sucedieron. Cuando descubres a tu hijo en una mentira, hay algunas maneras en que puedes desalentar este comportamiento.
A partir de los 3 años, los niños aprenden a decir mentiras. Pueden mentir para hacer que una historia sea más emocionante, llamar la atención, evitar meterse en problemas o conseguir algo que quieren. A medida que crecen, los niños aprenden a mentir mejor, cambiando sus expresiones faciales y tono de voz para ser más convincentes.
Una vez que tu hijo tenga alrededor de 3 años y pueda diferenciar entre una verdad y una mentira, es un buen momento para hablarle sobre la importancia de la honestidad. Una excelente manera de desalentar las mentiras es felicitar y alabar a tu hijo cuando dice la verdad, especialmente si era difícil para él hacerlo. Siempre que puedas, sé honesto con tu hijo, ya que es probable que siga tu ejemplo. Aquí hay pasos adicionales que puedes tomar para desalentar las mentiras:
Establece las consecuencias por adelantado. Antes de atrapar a tu hijo en una mentira, háblale sobre lo importante que es ser honesto y explícale las consecuencias de mentir. Quizás necesitarás repetir las consecuencias varias veces para que las recuerde.
Re-direcciona a tu hijo cuando invente historias. Si tu hijo te cuenta historias inventadas que buscan llamar la atención, por ejemplo si te dice que vió un millón de mariposas doradas en la escuela, es posible que solo sea su imaginación. Podrías hacerle preguntas adicionales para ver si reconoce la verdad, o redirigirlo hacia a otro tema.
Habla directamente con tu hijo sobre cualquier mentira relacionada con su seguridad. Si la mentira se trata de algo más serio, como mentir sobre lo que ha estado haciendo o dónde ha estado, intenta hacerle preguntas adicionales para llegar a la verdad. Es posible que tengas que repetir las preguntas más de una vez para que te diga la verdad. Luego recuérdale de las consecuencias cuando miente que ya habían establecido antes.
Aplica las consecuencias que ya habían establecido. Para las mentiras relacionadas con la seguridad de tu hijo, aplicar consecuencias puede ser la mejor manera de desalentar este comportamiento en el futuro. Puedes recordarles que aunque tengan miedo de decir la verdad, ser honesto siempre tendrá menos consecuencias que decir una mentira.
