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Cómo responder cuando tu niño se porta mal

Ya pusiste límites y expectativas, y se lo explicaste a tu niño varias veces. Y sin embargo, ¡todavía se porta mal! El mal comportamiento es una parte muy normal del desarrollo infantil, y todos los niños se portarán mal en algún momento. Como cuidadores, podemos guiar y apoyar a nuestros niños para ayudarlos a aprender a tener un comportamiento apropiado y a desarrollar habilidades sociales positivas.

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Los niños pequeños pueden portarse mal por varias razones:

  • Por poner a prueba los límites: Los niños son curiosos y quieren explorar el mundo. Una manera de hacerlo es rompiendo las reglas y poniendo a prueba los límites. Esto puede incluir el desobedecer o hacer cosas que se les ha dicho que no hagan.

  • Por buscar atención: Los niños quieren atención y pueden portarse mal para obtenerla. Pueden ser rebeldes o disruptivos para llamar la atención de su cuidador, especialmente si se sienten solos o ignorados.

  • Por falta de autocontrol: Los niños pequeños todavía están aprendiendo a regular sus emociones y comportamientos. Es posible que aún no tengan las habilidades o el autocontrol para resistir la tentación o los impulsos.

  • Por frustración o estrés: Los niños pueden portarse mal en respuesta a su propio estrés o frustración, especialmente si no tienen las habilidades lingüísticas para expresar sus emociones o comunicar sus necesidades de manera efectiva.

  • Por imitar comportamientos: Los niños aprenden observando a otros e imitando su comportamiento. Si ven a adultos o amigos modelando un comportamiento negativo o inapropiado, pueden imitarlos.

Cuando respondemos al mal comportamiento con firmeza pero con amor, ayudamos a los niños a sentirse seguros y protegidos. Esto hace que sea más fácil para que ellos aprendan de su comportamiento. Estos pasos pueden ayudar:

  1. Si sientes emociones fuertes o si estás estresado por el comportamiento de tu niño, es bueno respirar profundamente y hacer una pausa antes de hablar con él. Es posible que sientas que tu corazón late más rápido o que de repente sientas calor. Házle saber a tu niño lo que estás haciendo, diciéndole algo como: "Me siento frustrado en este momento y necesito respirar profundamente".

  2. En cuanto tu frecuencia cardíaca vuelva a la normalidad y te sientas más tranquilo, explícale a tu niño cuál fue el mal comportamiento. "Cuando golpeas a tu hermana, la puedes lastimar. La amamos y queremos que ella esté bien".

  3. Puedes tratar de ayudarlo a nombrar las emociones que lo llevaron al mal comportamiento. Por ejemplo, “Dime lo que sentiste cuando empezaste a golpear a tu hermana. ¿Qué estaba pasando en tu cuerpo?”

  4. Recuérdale a tu niño las consecuencias de sus acciones. “Puedes sentir tus sentimientos, pero no está bien lastimar a alguien. Si es que no puedes compartir tu juguete con tu hermana, te lo voy a quitar y podemos volver a intentarlo mañana”. Luego sigue adelante con la consecuencia.

  5. Cuando hayas aplicado la consecuencia, es importante recordarle a tu niño que lo amas y lo apoyas. Puedes tratar de hablar con él sobre cómo podrían manejar mejor la situación la próxima vez. "Te amo mucho. La próxima vez que te sientas enojado por compartir un juguete, pídeme ayuda a mí o a otro adulto".

  6. Cuando tu niño esté tranquilo, recuérdale las consecuencias de las que habían hablado antes para seguir reforzando tus expectativas. Cuando se haya calmado, puedes enseñarle la Canción del Dragón para ayudarlo a encontrar la calma cuando siente grandes emociones.

First 5 California
Aportación de:
First 5 California
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