Imagina esto: Un niño está jugando con su hermano, de repente, el hermano le arranca un juguete de las manos al niño. Enojado y molesto, el niño le avienta un bloque a su hermano. El bloque golpea un marco y el vidrio se hace pedazos. El cuidador entra corriendo al cuarto y comienza a gritarle al niño: “¡No avientes bloques! Estás castigado”. El niño, todavía molesto porque su hermano le quitó el juguete, ahora está inundado con aún más emociones debido a la reacción inesperada y grande de su cuidador. En lugar de aprender lo que hizo mal, el niño hace un berrinche debido a la frustración, el miedo, el enfado y todas las emociones que aún no puede expresar con palabras.
Alguna versión de esta situación ha ocurrido en casi todos los hogares con niños en algún momento. Como cuidadores, es increíblemente difícil evitar responder con enojo cuando ocurre algo así. Sin embargo, a través de la comunicación constante sobre los límites, las expectativas y las reglas, los cuidadores pueden ayudar a evitar que suceda esta situación.
Los estudios muestran que los niños prosperan con la rutina y la estructura. Tener rutinas, reglas, expectativas y límites constantes les ayuda a sentirse seguros y en control. Cuando los niños saben qué esperar y entienden lo que se espera de ellos, es más probable que se sientan seguros y capaces. Aquí te ofrecemos frases que puedes usar para ayudar a explicarle tus expectativas a tu niño y mantener la constancia, sin interrumpir tus otras obligaciones.
Hablen sobre las reglas, límites y expectativas todos los días, o tan frecuentemente como sea posible
Los niños más pequeños necesitan muchos recordatorios sobre cómo esperas que se comporten en diferentes situaciones. Sus cerebros se están desarrollando y creciendo rápidamente, y están asimilando mucha información nueva todos los días.
Tus expectativas deben ser específicas
Los niños muchas veces no saben lo que su cuidador quiere decir cuando les dicen "pórtate bien" o "ten cuidado", o tienen una idea diferente de lo que significa. Tanto como sea posible, dales expectativas específicas. Por ejemplo:
“Tienes que escucharme y seguir mis instrucciones”
“Pon tus juguetes en la caja cuando termines de jugar”
“Cuando salgas de la piscina debes caminar, no correr”
Dale razones simples para que pueda comprender por qué estás estableciendo estas expectativas
A los niños les encanta preguntar “por qué”. Explicarles el motivo de tus expectativas puede ayudarlos a comprenderlas mejor, lo cual puede facilitarles el cumplimiento de esas reglas. Por ejemplo:
"Siempre nos lavamos las manos antes de comer. Es importante para mantenernos saludables"
"Usamos nuestra voz baja cuando estamos dentro de la casa. Así no molestamos a nuestros vecinos"
"Es importante acostarse temprano, para que duermas lo suficiente y puedas sentirte lo mejor posible mañana"
Haz todo lo posible para enfocarte en lo que tu niño sí puede hacer, en lugar de lo que no puede hacer
A veces, solo tenemos que decirles “no” a nuestros niños. Pero cuando nos comunicamos de manera proactiva sobre los límites y las expectativas, usar un lenguaje positivo puede ayudarlos a estar más abiertos a lo que dices. Esto puede ayudarlos a sentirse más en control de su vida. Por ejemplo:
"Cuando juegues con el perrito, hazlo con delicadeza"
"Usemos nuestra voz baja"
"Veamos otra cosa"
"Usemos palabras amables"
"Vamos a turnarnos para hablar"
“Vamos a ser valientes y enfrentar juntos nuestros miedos”
Sé claro sobre las consecuencias si no cumplen tus expectativas
Las consecuencias son una parte importante al establecer expectativas y límites con tu niño. Idealmente, queremos establecer consecuencias que estén conectadas con la expectativa que no se cumplió. Por ejemplo:
"Si no puedes compartir tu juguete cuando juegas con tu amigo, tendré que quitarte el juguete"
"Si no puedes ser gentil con el perro, tendré que llevármelo hasta que puedas ser más cuidadoso"
"Si corres a la piscina, tendremos que irnos" "Si no comes tu cena, entonces no podemos comer postre después de la cena"
Cuando combinas todos estos pasos, establecer expectativas y límites con tu niño puede ser así:
"Cuando suene el cronómetro, vamos a dejar de jugar con el teléfono y vamos a hacer otra cosa juntos porque me encanta jugar contigo, y mover el cuerpo te mantiene saludable. Voy a guardar el teléfono hasta mañana"
"Caminemos cuando estemos adentro, para que podamos mantenernos seguros y evitar accidentes. Si corres mientras estamos adentro, tendrás que sentarte en silencio en tu cuarto durante unos minutos para mantenerte seguro"
"Es importante que un adulto esté contigo cuando salgas para que pueda asegurarse de que te mantengas protegido. Si sales solo, entonces te llevaré a tu cuarto"
"No está bien pegarle a tu hermano porque pegar duele. Amamos a tu hermano y queremos protegerlo. Cuando te sientas enojado, puedes respirar profundo y pedirle ayuda a un adulto. Si vuelves a golpear a tu hermano, entonces no puedes jugar con él hasta que puedas ser gentil"
"Si no usas tu abrigo afuera, te va a dar frío y vas a estar incómodo. Es importante vestirse apropiadamente para el clima para que puedas mantenerte abrigado y saludable. Si no usas un abrigo, no iremos al parque."
Estas son reglas generales y consejos que pueden ser útiles para ayudar a los niños a comprender lo que esperas de ellos. Cada familia es diferente, así que adapta estas frases para que funcionen mejor para ustedes. Lo más importante es mantenerse lo más constante posible para que tu niño sepa qué se espera de él y qué sucederá si no cumple con esas expectativas.
Psychology Today - En inglés
Parenting Exchange - En inglés
IRIS Center Peabody College Vanderbilt University - En inglés
