"¡No, yo quiero que mi papá me acueste en la cama!" "¡Mi mamá siempre me prepara el almuerzo!"
Como padres, muchos de nosotros hemos sentido que nuestros niños prefieren a uno de los padres más que al otro. Ser el padre no preferido puede lastimar tus sentimientos, mientras que ser el padre preferido puede dejarte agotado. La buena noticia es que el preferir a uno de sus padres muchas veces es sólo una etapa en el proceso de desarrollo de un niño, y hay varias maneras diferentes para que el padre no preferido pueda fortalecer su conexión con el niño.
El desarrollo infantil se puede clasificar en varias etapas, cada una con características y comportamientos únicos. Durante la etapa de apego, que ocurre principalmente entre los 7 meses y los 3 años de edad, los niños dependen de sus padres y cuidadores para satisfacer sus necesidades emocionales y físicas. Hay muchas razones por las que los niños en la etapa de apego pueden desarrollar una preferencia por uno de sus padres:
Ser el cuidador principal: En los primeros meses, los bebés pueden mostrar preferencia por su cuidador principal que atiende sus necesidades básicas como alimentarlos, cambiarles los pañales y calmarlos. Esto puede suceder porque asocian a esa persona con comida, seguridad y cariño.
Estilos de apego: Los estilos de apego pueden influir en el deseo de un niño de recibir consuelo o tranquilidad de uno de los padres más que del otro. Por ejemplo, los niños con apegos seguros a su cuidador principal tienden a sentirse seguros cuando se separan de esa persona porque generalmente confían en que su cuidador principal regresará. Entonces, pueden estar separados de ellos por períodos cortos de tiempo sin sentir miedo o ansiedad por estar separados. En cambio, quienes tienen apegos inseguros pueden no sentirse seguros cuando están separados de su cuidador principal, lo cual puede llevar a tener preferencias por esa persona. Lee más sobre maneras de ayudar a tu niño a desarrollar un vínculo seguro con su cuidador.
Tiempo individual juntos: Mientras los niños van creciendo, sus preferencias pueden cambiar según las actividades o los intereses que comparten con uno de sus padres. Los niños pueden empezar a preferir al padre que realiza con ellos las actividades que más disfrutan.
Ansiedad por separación: Alrededor de los 8 a 14 meses, algunos niños sienten ansiedad por separación, lo cual puede hacer que se aferren al cuidador principal que atiende sus necesidades básicas y pasa mucho tiempo a solas con ellos. Esta etapa temporal es una parte normal del crecimiento y debería disminuir mientras el niño va creciendo.
Identificación de género: Alrededor de los 3 o 4 años, los niños pueden desarrollar una preferencia por el padre que más coincide con el papel e identidad de género con el que se identifican. Esta preferencia puede cambiar mientras crecen y se identifiquen con cada cuidador de diferentes maneras.
Ideas para que el padre no preferido se conecte con el niño
El impacto de las etapas de desarrollo en la preferencia por uno de los padres varía de un niño a otro. Es probable que estas preferencias cambien mientras el niño siga creciendo y desarrollándose. Hay muchas maneras en que el padre no preferido puede fortalecer su vínculo con el niño.
Pasen tiempo juntos: Dedica un tiempo cada día con tu niño para hacer actividades que le gusten. Esto ayuda a crear un ambiente cómodo y adecuado para conectarse mejor entre los dos. Si estás buscando nuevas actividades para hacer con tu niño, mira estas ideas.
Muestra afecto físico: Abraza, carga y hazle caricias a tu niño. El contacto físico ayuda a crear una sensación de seguridad y conexión emocional. Hay muchas maneras diferentes de mostrarle afecto a tu niño. Lee más en nuestro artículo anterior.
Sé consistente y predecible: Los niños se sienten seguros cuando saben qué esperar. Crea rutinas consistentes, y comunícate abierta y honestamente con ellos.
Comparte tus intereses: Crea una conexión presentándole a tu niño tus pasatiempos, habilidades o actividades favoritas.
Escucha activamente: Demuéstrale que de verdad te importan sus pensamientos, experiencias e ideas, escuchando activamente y haciendo preguntas.
Obtén apoyo del padre preferido
El padre preferido también puede desempeñar un papel esencial para fomentar el vínculo entre el niño y el cuidador no preferido.
Aníma el involucramiento del padre no preferido: Apoya la participación de tu pareja en las rutinas diarias turnándose o compartiendo responsabilidades. Puede ser útil explicar en términos aptos para los niños por qué el otro padre participará en la actividad o rutina. Por ejemplo, puedes intentar decir: “[Papá/Mamá] te ama mucho y quiere pasar más tiempo contigo. Nos turnaremos para leerte antes de dormir para que los dos podamos pasar tiempo contigo”.
Incluye a tu pareja en la conversación: Incluye a tu pareja cuando hablen sobre el día, los logros o las preocupaciones de tu niño. Esto puede ayudar al padre no preferido a conocer mejor al niño. También puede abrirle nuevas maneras de involucrarse en la vida de su niño.
Reafirma la importancia del padre no preferido: Destaca las cualidades positivas que tu niño comparte con el otro padre y expresa gratitud hacia el padre no preferido por sus esfuerzos. Por ejemplo, puedes intentar decir: “Tú papá/mamá está muy emocionado/a de jugar contigo afuera. Le encanta jugar contigo y pasar tiempo juntos. ¡Se van a divertir muchísimo! Y yo te estaré esperando aquí cuando terminen”.
